viernes, 28 de agosto de 2009

SOBRE LA MPORTANCIA DEL ACTO DE LEER

Resumen comentado
“La importancia del acto de leer” de Paulo Freire.

Raúl Núñez

I. Bibliografía

Freire, P. (1998). La importancia del acto de leer. Textos, 15(V), 81-88.

II. Vocabulario

Lectura del mundo: Interpretación que hace un ser humano de la realidad en la cual vive. Este acto precede a la lectura de la palabra y, a su vez, es su culmen.Lectura de la palabra: Acto de leer e interpretar un texto escrito.
Lectura de la palabra-mundo: Proceso de interpretación y valoración profunda de la realidad que rodea al ser humano a partir de la lectura de la palabra.
Relación entre texto y contexto: Correspondencia que se establece entre los textos que una persona debe leer y la realidad que la circunda.
Significación profunda de un texto: Representación valiosa y útil del contenido de un texto escrito. Toda lectura de la palabra debe tener como objetivo el encuentro de la significación profunda.
Visión mágica de la palabra escrita: Concepción de la lectura según la cual el individuo aborda el texto escrito para memorizar mecánicamente su contenido. Este concepto es diametralmente opuesto a la búsqueda de la significación profunda.
Alfabetización de adultos: La alfabetización de los adultos tiene como objetivo la lectura de la palabra-mundo, es decir, los adultos que emprenden el proceso de alfabetización deben apreciar y usar la palabra escrita para entender y transformar la realidad que los rodea.


III. Resumen


El texto “La importancia del acto de leer” fue leído por primera vez en el Congreso brasileño de lectura el año de 1981. Paulo Freire hace una reflexión sobre el valor de la lectura a partir de su experiencia personal. El contenido de “La importancia del acto de leer” gira en torno a tres grandes bloques temáticos. El primero hace alusión a la relación existente entre la lectura de la palabra y la lectura de la realidad. Antes de aprender a leer, la persona desarrolla su capacidad de comprensión y juicio del contexto en que vive. Esta competencia se denomina lectura del mundo según el autor. La lectura de la palabra, de los textos escritos, debe llevar a una inteligencia profunda y crítica del contexto, cuando esto sucede entonces se efectúa la lectura de la palabra-mundo. El segundo bloque temático hace referencia a cómo fue el aprendizaje de la lectura por parte del autor. Freire tuvo la oportunidad de encontrarse con adultos y maestros que le proporcionaron un vivo conocimiento de la lengua, puesto que siempre vinculaban el contenido lingüístico con la realidad, con el contexto. El tercer y último bloque conceptual recoge una serie de aportes para la enseñanza de la lectura. De nada vale el aprendizaje memorístico del contenido de los textos, los alumnos que son obligados a ello no leen adecuadamente. La verdadera lectura implica la búsqueda del significado profundo de la palabra. Por consiguiente, se debe desechar la práctica de asignar grandes volúmenes de lectura a los alumnos sin un adiestramiento previo que los lleve a encontrar esa significación profunda. La alfabetización de adultos es concebida como un acto de conocimiento creativo con repercusiones políticas. La lectura debe llevar a mejorar el mundo que rodea al individuo por medio de una práctica consciente.


IV. Comentario crítico


“La importancia del acto de leer” es un texto de vanguardia, es decir, ofrece una perspectiva progresista sobre lo que es y lo que implica la lectura.


Freire va más allá de la alfabetización como instrumento que permite el desarrollo intelectual del individuo. Ciertamente, leer un escrito conlleva al conocimiento, a la ampliación del mundo del lector. Sin embargo, existe otro tipo de lectura, la cual es aún más válida que la que se lleva a cabo con el texto y que tiene su origen en la misma naturaleza humana: aquella que permite descifrar y valorar la realidad, el contexto concreto en que se vive. Todo ser humano tiene la capacidad de leer los signos que le ofrece el medio ambiente para formar su propio criterio. Por ejemplo, una persona que vive la discriminación por diversas circunstancias, puede llegar a conclusiones sobre el origen del desprecio que vive teniendo en cuenta su realidad únicamente, es decir, sin necesidad de leer un libro sobre el tema. Esta capacidad, llamada por Freire “lectura del mundo”, es mucho más importante que la facultad de descifrar los signos de un texto. De hecho, el principal aporte del pedagogo brasileño en “La importancia del acto de leer” está en la idea de que la lectura del texto debe enriquecer la lectura del mundo. ¿Y por qué esto es tan esencial? Si el ser humano puede entender y juzgar su realidad, tiene un camino abierto para ejercer una acción transformadora sobre ella. A fin de cuentas, la lectura del mundo no tiene otro objetivo sino el ejercicio pleno de la libertad en aras de transformar las estructuras injustas.


Esta última idea es fundamental en el pensamiento de Freire. Saber leer, tener una significación profunda de lo escrito, enriquecer la lectura del mundo por medio de la lectura del texto, tiene serias implicaciones políticas. La enseñanza de la lengua materna, la enseñanza de la lectura en los diversos grados de escolaridad debe apuntar a la formación de sujetos críticos y proactivos que generen cambios en su contexto. Nada de intelectualismos ni de conceptos vagos sobre la importancia del acto de leer.


El origen de esta concepción de la lectura como acto político se encuentra en la realidad de las sociedades latinoamericanas. Resulta escandaloso el alto grado de injusticia económica, de violencia social, de odio racial o clasista que aquejan nuestras naciones. La persona humana como ente sagrado es despreciada y minusvalorada por estructuras, instituciones e individuos concretos. Se ha afianzado en estas naciones una verdadera cultura de la muerte que afecta más que nada a los pobres. Caso concreto es nuestro país Venezuela. Desde la creación de la República hemos sido incapaces de crear un sistema político-económico-social que considere en primera instancia el desarrollo pleno de la persona. La consecuencia: círculos de miseria rodean a las grandes ciudades, los habitantes del campo viven en situaciones precarias, la violencia y la descomposición moral reinan en todo el territorio, la vida de cada uno de los venezolanos casi no vale nada. Esta realidad compartida por los países latinoamericanos provoca estupor e indignación. De aquí que Freire ponga en sintonía con lo político el aprendizaje de la lengua materna.


Por lo tanto, la propuesta del autor va más allá de las concepciones tecnócratas y democráticas de la enseñanza. Algunos pedagogos definen la enseñanza de la lengua materna como un proceso que llevará al individuo a mejorar sus capacidades para enfrentar el entorno social y laboral con mayor efectividad. Según esta noción, el docente debe proporcionar las herramientas necesarias al alumno para que éste pueda desenvolverse en un mundo cambiante cada vez más exigente. Se pretende garantizar el éxito del desarrollo individual. Otros, con una visión más social, aseguran que el aprendizaje de la lectura y de la escritura crea un fundamento para la vida en democracia. Los valores del diálogo, de la tolerancia, de la inclusión de las minorías pueden ser desarrollados mediante la reflexión que produce el acto de leer y de escribir. Freire supera estas nociones. Abandona el individualismo tecnócrata para proponer la solidaridad; deja a un lado la insuficiencia de la educación democrática y ofrece el compromiso social como motor para el cambio en nuestras naciones.Según mi opinión, Freire está en lo cierto. De nada nos vale educar para que los muchachos puedan manejar adecuadamente una computadora o puedan redactar en cualquier situación textos adecuados y coherentes. Los valores democráticos de la tolerancia y del diálogo por sí mismos no garantizan un cambio en las estructuras injustas que nos aquejan. Occidente ha definido el progreso hacia el bienestar desde la isla del egoísmo más terrible. Europa y América han pisoteado a los pobres de sus naciones y de los otros continentes durante siglos, además han hecho de nuestro planeta un gran basurero. Esto es el progreso occidental: injusticia, destrucción y toneladas de desechos. ¿Queremos formar parte de esta dinámica? Me parece que debemos seguir otro derrotero. Por eso considero que la propuesta progresista de Freire es una alternativa válida, porque pone en primera instancia a la persona dentro de su comunidad.

Publicado por Raúl Núñez en 6:52
1 comentarios:
Angélica Silva de Limongi (Caracas-Venezuela) dijo...
Coincido de muchas formas con tu excelente análisis Raúl. Además, debo señalarte que interpretas con una profunda razón a un pensador de todos los tiempos como Paulo Freire. Me alegra saber que la estrategia de lectura y escritura en el blog la has hecho tuya. Recuerda que alguna vez te comenté del potencial de esta herramienta en clase. No sé si lo has olvidado, pero en esos agotadores encuentros durante el desarrollo del curso “Fundamentos Pedagógicos para la Lectura y la Escritura” debo haberte insinuado incorporar a tus alumnos en estos espacios de la lectura y escritura de las nuevas tecnologías. No sé qué planes tienes para invitarlos a leer tu blog o derivar de éste un espacio para que tus alumnos escriban y lean contigo de ese mundo que, como tú bien dices, está lleno de rabia, agresiones para el otro. Creo que los textos que escoges para discernir con otros estos grandes problemas que nos aquejan desde múltiples flancos deben discutirse con la altura y seriedad de quien no piensa únicamente en enseñar conocimientos. Hay que educar en valores y un camino para ello está en el ejemplo personal y profesional y en lectura. Gracias Raúl por esta reseña y espero leer muchas más. Angélica Silva

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